Grabado en piedra

Escudo heráldico grabado en piedra. www.apellániz.es
Escudo heráldico grabado en piedra

¿En qué tipo de piedras se puede grabar?

El grabado en piedra, o tallado, se puede realizar en cualquier tipo de piedra, siendo las más habituales las ágatas u ónices.

La mayoría de los grabados se realizan en piedras de composición de sílice o de cuarzo, cristal de roca, jaspe, ágata, calcedonia, cornalina; y todas las piedras preciosas, rubí, zafiro y esmeralda.

También se pueden grabar las bituminosas, azabache y ámbar; las metálicas, hematita, malaquita y en las de origen orgánico como el coral, marfil y nácar.

Estas piedras, se pueden luego montar en infinidad de monturas; pendientes, colgantes, gemelos, corbateros, etc. Siendo lo más habitual el grabado en sellos, tanto de caballero como de señora.

Las piedras grabadas pueden montarse sobre diferentes tipos de monturas, como por ejemplo: pendientes, colgantes, anillos, gemelos, alfileres de corbata, etc.

Escudo heráldico grabado en piedra. www.apellániz.es
Escudo heráldico grabado en piedra

¿Pero qué es lo que más se graba en ellas?

El grabado en piedra más común, dentro del mundo de la joyería, es, sin duda, el escudo heráldico, tanto en piedra, como el grabado en oro de escudos a mano con buril que también realizamos y que es el rey absoluto dentro del grabado en piedra. Otro tipo habitual es el grabado de letras, enlazadas o no, y de motivos variados, en ocasiones imitando el antiguo grabado de la antigua Roma.

Escudos heráldicos grabados en piedra y en oro.
Escudos heráldicos grabados en piedra y en oro.

¿Qué técnicas existen?

Existen dos formas de grabar o tallar una piedra:
– El entalle, o bajo relieve. Una técnica en el que el grabado queda más bajo que la piedra.
– El camafeo o alto relieve. En este caso, es el grabado el que queda arriba de la piedra, ya que ésta es rebajada quedando el motivo a grabar en alto.

Enlace grabado en piedra
Enlace grabado en piedra

Un poco de historia sobre el grabado en piedra

El grabado en piedras  preciosas o semipreciosas es tan antiguo como el mismo ser humano,  y es conocido con el nombre de glíptica.

Sumerios, egipcios, fenicios, griegos y etruscos lo realizaron con suma maestría, siendo en la época de Augusto donde esta técnica alcanzó gran esplendor y perfección, solo superada en el Renacimiento.

Cada ciudadano romano portaba su gema preferida, grabada con sus caracteres personales o representaciones profanas. Ese gusto perdura en la actualidad, reflejado en el grabado de escudos, emblemas, anagramas, etc.